Etica 1

Ética

  • 1.1. Religión y razón: fuentes de la ética

    1.1. Religión y razón: fuentes de la ética
    Hans Küng, propuso a las religiones como la base más realista y eficaz para construir «Una ética mundial para la economía y la política», Dejando a un lado las diferencias, que no son
    pocas, los puntos comunes entre ellas permiten elaborar un consenso ético mínimo.
  • 1.2. El afecto: fuente originaria de la ética

    1.2. El afecto: fuente originaria de la ética
    La razón se abre hacia abajo, de donde emerge la afectividad; y se abre también hacia arriba, hacia el espíritu. Por lo tanto, la experiencia fundamental no es «pienso, luego existo», sino «siento, luego existo». En la raíz de todo no está la razón (logos), sino la pasión (pathos).
  • 1.2. El afecto: fuente originaria de la ética

    1.2. El afecto: fuente originaria de la ética
    La pasión, es entrar en comunión, sin distancia, con todo lo que nos rodea. Por la pasión captamos el valor de las cosas. Y el valor es el carácter de los seres, aquello que los hace dignos de ser y apetecibles. Sólo cuando nos apasionamos, vivimos valores. Y por los valores nos movemos y somos.
  • 1.3. Tensión entre afecto y razón

    1.3. Tensión entre afecto y razón
    Lo propio de la razón es ver claro y ordenar, disciplinar y
    definir la dirección de la pasión. Si se impone la justa medida, y la pasión se sirve de la razón para un autodesarrollo ordenado, entonces emergen las dos fuerzas que sustentan una ética prometedora: la ternura y el vigor.
  • 1.4. Irradiación de la ética: la ternura y el vigor

    1.4. Irradiación de la ética: la ternura y el vigor
    La ternura es el cuidado para con el otro, el gesto amoroso que
    protege y da paz. El vigor abre caminos, supera obstáculos y
    transforma los sueños en realidad. La ternura y vigor, o también construyen una personalidad integrada, capaz de mantener
    unidas las contradicciones y de enriquecerse con ellas.
  • 2. El fundamento: Daimon y Ethos

    2. El fundamento: Daimon y Ethos
    Daimon, en griego clásico, no es demonio. Por el contrario, es el
    ángel bueno, el genio protector. Y el ethos no es primariamente la
    ética, sino la morada humana.
  • 2. Daimon

    2. Daimon
    El daimon es la voz de la interioridad, aquel consejero de la conciencia que disuade o estimula. Todos poseen el daimon, ese ángel protector que nos acompaña siempre. Mas como el daimon es intrínseco al ser humano, la voz de ese ángel bueno no deja de hablar.
  • 3.1. Definición de «ética» y de «moral»

    3.1. Definición de «ética» y de «moral»
    La ética es parte de la filosofía. Considera concepciones de fondo
    acerca de la vida, del universo, del ser humano y de su destino;
    determina principios y valores que orientan a las personas y las
    sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones.
  • 3.1. Definición de «ética» y de «moral»

    3.1. Definición de «ética» y de «moral»
    La moral es parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas, que se expresan por medio de costumbres, hábitos y valores culturalmente establecidos. Una persona es moral cuando actúa de acuerdo con las costumbres y valores consagrados. Estos pueden, eventualmente, ser cuestionados por la ática. Una persona puede ser moral (sigue las costumbres aunque sea por conveniencia) y no ser necesariamente ética (obedece a convicciones y principios).
  • 3.2. Experiencia fundamental: la morada humana

    3.2. Experiencia fundamental: la morada humana
    Para que la morada sea tal es necesario organizar el espacio físico y el espacio humano, según criterios, valores y principios
    inspiradores, para que todo fluya y esté como es debido.
  • 3.3. Hábitos familiares

    3.3. Hábitos familiares
    En la casa las personas no viven de cualquier manera: reproducen tradiciones, estilos de vida, maneras de organizar las comidas
    familiares, los encuentros, las recepciones, etc. A esto se le llama también ética. Procesualmente, empezando desde abajo, diríamos que las costumbres y los hábitos (moral) forman el carácter y configuran el perfil (ética) de las personas.