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Nace un amor ♡
Mi padre provenía de tierras lejanas, mientras que mi madre residía en Bogotá. Hernando decidió mudarse a la capital y allí, entre acordes de canciones de Juan Luis Guerra y citas para escapar, logró conquistar el corazón de Ana. Así, su amor se consolidó y dio paso a una hermosa unión familiar, donde las raíces de dos mundos se entrelazaron para formar un hogar lleno de amor, música y aventuras. -
El inicio de mi vida
En el hospital San Rafael, el 24 de octubre de 1997 a las 09:25 am, resonó el grito del nacimiento de Lizeth Alejandra Leal Cortés, quien llegó al mundo con 2.600 kg y una altura de 34 cm. Con una tez blanca, ojos marrones y rizos que prometen aventuras por venir, mi llegada iluminó la vida de mis padres con una nueva luz y amor incondicional para darme. -
Parte de mi
"De personalidad jocosa y apasionada, con un ambiente familiar cálido y generoso". Estos rasgos, propios de mi madre, son una parte fundamental de quien soy. Ofrecen una aproximación a mi ser, una ventana hacia aquellos aspectos que habitan en lo más profundo de mí y que comparto con quienes me rodean. -
Mi bautismo
La foto captura un momento especial: mis padres conmemorando una tradición católica a la que aún asisto. Su alegría refleja mi sonrisa por sentirme querida y valorada en nuestra familia. Es un recordatorio de la conexión profunda que compartimos a través de nuestras creencias y tradiciones, y de cómo estos momentos nos unen y fortalecen como familia. -
Mi primera graduación
A finales de 2003, mientras me graduaba de primaria, tuve una experiencia inolvidable. Mis compañeros de clase y yo preparamos un baile junto a nuestra directora de curso. Mientras nosotros estábamos en el escenario, ella nos daba indicaciones desde abajo para seguir los pasos al ritmo del Rock and Roll. El evento fue un éxito total, tanto que la lente de la cámara apenas pudo capturar la rapidez y la energía con la que nos movíamos. -
Tres mosqueteros
Soy la hermana del medio en mi familia. Mi hermana mayor, Paula, me lleva poco más de dos años, mientras que mi hermano menor, Santiago, está dos años más joven que yo. Paula es tranquila y centrada. Santiago, por otro lado, es juguetón y amiguero, llenando nuestra casa de risas. En medio de ellos, encuentro mi papel como el pilar de apoyo y la voz incondicional. Juntos, formamos un equilibrio perfecto en mi vida, cada uno aportando su esencia y completando nuestro vínculo familiar. -
Día de disfraces
Desde mi infancia hasta los 12 años, tuve la fortuna de explorar mi creatividad a través de diversas expresiones artísticas. Me encantan los colores, el baile y la pintura, y durante ese tiempo, tuve la oportunidad de sumergirme en estos intereses con la ayuda de mi madre. En cada Halloween, ella no solo fue mi modista, sino también mi maquilladora y estilista, lo que me permitió experimentar y expresar mi creatividad de maneras emocionantes y únicas. -
Mi primera comunión
Siguiendo la tradición católica, tuve el privilegio de realizar mi Primera Comunión. Fue un día lleno de emoción y significado, donde recibí el cuerpo de Cristo por primera vez. Este sacramento marcó un hito importante en mi fe y en mi crecimiento espiritual, fortaleciendo mi conexión con la comunidad religiosa y con Dios. Guardaré con cariño los recuerdos de este día tan especial, que representa un paso significativo en mi camino de fe. -
2014
El año 2014 marcó un período de contrastes en mi vida. Por un lado, me graduaba de bachillerato, un hito que representaba el inicio de nuevas oportunidades y desafíos. Sin embargo, esta alegría se vio ensombrecida por la trágica y traumática pérdida de mi padre. En medio del dolor, también presencié otro acontecimiento significativo: mi hermana se convirtió en madre. Fue un año de emociones encontradas, marcado por la dolorosa ausencia de nuestro padre. -
Estudiante Areandina
Con esfuerzo y sacrificio, logré ingresar a la Universidad Areandina. Desde hace 3 años ha sido el resultado de dedicación y ahorro, un paso crucial en mi camino hacia la realización de mis metas educativas y profesionales. Este logro representa no solo mi determinación y perseverancia, sino también el inicio de una nueva etapa llena de oportunidades y crecimiento personal. Sigo emocionada por aprovechar al máximo esta experiencia universitaria y alcanzar mis sueño. -
La magia del mar
Uno de mis sueños más profundos siempre fue conocer el mar. En la foto, el tapabocas oculta parte de la emoción que me embargaba al subirme por primera vez a un avión, un viaje que me llevaría a unos kilómetros más cerca de mi anhelado encuentro con el mar. -
Felices 24
Santa Marta fue testigo de una celebración muy especial: con lágrimas de emoción, conmemoré mis 24 años en el mar junto a mi pareja, Julián. Fue un momento mágico, donde la grandeza del océano se convirtió en el escenario perfecto para reflexionar sobre el pasado, disfrutar del presente y soñar con el futuro, todo ello en compañía del amor de mi vida. El sonido de las olas se mezclaba con nuestras risas y palabras de amor, creando recuerdos que atesoraremos por siempre. -
Sobre dos ruedas
Me emociona compartir que he alcanzado una de mis metas personales: obtener mi licencia de conducción y adquirir mi propio medio de transporte, una moto. El proceso fue un desafío que me llevó alrededor de un año. La ansiedad y los nervios que experimenté durante ese tiempo fueron intensos, pero me negué a rendirme. En lugar de eso, me impulsaron a perseverar y a enfrentarlos. Finalmente, logré obtener mi licencia y ahora estoy aprovechando las aventuras de disfrutar de cada momento en carretera -
Raíces firmes
La adquisición de mi propia vivienda y el deseo de alcanzar la independencia financiera comenzó gracias a la influencia de mi padre, quien siempre estará presente en mi vida.