Planteamientos de la Antropología sobre el hombre

Aristóteles. El ser racional (84 a C.-322 a C.)

84

Se define bien a toda acción con un fin, y este fin es lo que más le conviene al hombre. El hombre busca razones que sean convincentes a su criterio, es decir a lo que le conviene, a su propio fin, mas sin embargo no debe buscar la razón, sino aceptar que las cosas son así, algunas con errores, pero cada materia tiene verdad y certidumbre.
El fin de un hombre es la felicidad, llegando a un bien de acuerdo a sus principios, ya que cada uno tiene distintas maneras de vivir.

Sócrates ( 470 -339 a C.) y Platón (427 - 347 a C.)

470

El razonamiento se les acomoda todo ser, pero cuando un hombre piensa que va a morir, le preocupan cosas que anterior no le importaban, por lo que piensa en la justicia, en la cual cree que lo justo es lo bueno y lo ignorante malo.Lo justo es lo conveniente en cualquier orden de conocimiento o ignorancia, pues el hombre que sabe más intenta sacar ventaja, y así el bueno se devela como bueno y el injusto como el ignorante y malo.

HERÁCLITO (540 - 480 a C.)

540

El hombre parece ignorante en general, pues no todos piensan en las existencias del mundo, sino que cada uno se guía por su cotidianidad, es decir, como si cada hombre tuviese inteligencia particular, la cual carece de sabiduría y la sabiduría es la virtud más importante del hombre, ya que de ahí depende el bien obrar y su verdad, más sin embargo, se necesita una idea contraria a lo que es común, para así poder preguntarse de donde proviene todo, para así poder tener la virtud de sabiduría.

Tomas de Aquino (1224-1274)

Jan 1, 1224

La idea del hombre de que el mundo siempre existió se basa en conjeturas con la falsedad de la historia, es decir con la Sagrada Escritura, ya que según Tomas, esta escritura no consta haber trascurrido desde la creación del mundo hasta la actualidad, por lo tanto es falsa.El hombre ignora el principio y el fin de todo.Tomas dice que el “hombre no existió” siempre, sino que en algún tiempo fue creado con pensamientos falsos y engañosos, que corrompen el alma.