Filósofos medievales

  • 354

    San Agustín

    (354 – 430, Imperio Romano) Nacido bajo el nombre de Agustín de Hipona, este filósofo tuvo una vida ligada a fe católica. Fue santo, padre y doctor de la Iglesia, y uno de los principales pensadores del cristianismo en el primer milenio. Considerado uno de los filósofos más influyentes de la Edad Media, no porque haya vivido y analizado sus sociedades (su muerte fue anterior a la caída del imperio romano) sino porque fue fuente de inspiración de toda una generación posterior.
  • 480

    Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio

    (480 – 524, Roma) Boecio abarcó un amplio abanico de temas como el destino, la justicia y la fe, pero también la música, la aritmética, la geometría, la astronomía y la teología. La consolación de la filosofía, que escribió en prisión, mantiene un fluido diálogo con la filosofía, a quien le atribuye un rol femenino. En ella departe sobre la naturaleza de la felicidad humana, los problemas del mal y el bien, la providencia y la libertad del hombre, el destino y el azar.
  • 560

    San Isidoro de Sevilla

    (560 – 636, España) Se destacó como escritor, siendo uno de los autores más prolíficos de su generación, con obras que incluían desde tratados literarios, ficciones, biografías y cuestiones filosóficas. Su obra más reconocida fue Etimologías, una enciclopedia en la recorre la evolución del conocimiento desde la antigüedad pagana hasta el cristianismo de su presente. Huérfano desde pequeño, entendía que la conciencia y la voluntad del hombre pueden vencer las duras dificultades de la vida.
  • 788

    Shánkara

    788 – 820, India) Fue el principal impulsor de la doctrina advaita, una rama no dualista del hinduismo. Este filósofo, muy influyente en el pensamiento oriental, creía en la unidad de las almas y la divinidad.
  • 808

    Walafrido Strabo

    (808 – 849, Alemania)
    Se le adjudica ser el autor de La Glossa ordinaria, que se publicó de manera anónima pero era uno de los libros centrales en todas las escuelas monásticas y episcopales. Allí, Strabo recogió las explicaciones alegóricas medievales que se daban a los textos de la Biblia. Su nombre real era Walahfrid von der Reichenau, pero se lo apodó como Strabo por su estrabismo.
  • 810

    Juan Escoto Erígena

    (810 – 877, Irlanda) Este filósofo se destacó por su explicación de la realidad mediante una metodología racional que contradecía el dualismo religioso basado en que Dios y el mundo son cuestiones diferentes Además, Erígena rechaza la creencia cristiana de que el universo fuera creado de la nada y establecía a Dios como el punto más alto de toda la evolución.
  • 980

    Avicena

    (980 – 1037, Persia) Autor de 300 libros, es considerado uno de los médicos más importantes de la historia y es el inventor de la traqueotomía. Escribió La Curación, descripta como la obra más grande (en dimensiones e importancia) producida por un solo hombre, y es el filósofo islámico más estudiado y analizado.
  • 1020

    Chang Tsai

    (1020 – 1077, China) Es el único filósofo chino de esta lista, pero su importancia fue central en la Edad Media e influyó a numerosos pensadores posteriores por ser uno de los fundadores del neoconfucianismo. “Todo lo que existe en el universo se compone de primera materia, tsi, que posee la propiedad de movimiento y reposo. La naturaleza es la raíz y da origen a la razón”, decía Tsai.
  • 1033

    San Anselmo de Canterbury

    (1033 – 1109, Italia) Considerado el padre de la escolástica, discípulo de Lanfranco, basaba su enseñanza en la meditación, que según él justificaba la existencia de Dios. Su principal punto de discusión fue la relación entre la fe y la razón, lo que llevó a que muchas de sus preguntas quedarán sin responder. Pensaba que no anteponer la fe, era presunción; sin embargo, no apelar a continuación a la razón era negligencia.
  • 1058

    Al-Ghazali

    (1058 – 1111, Persia)
    La historia de este filósofo es tan particular como su obra. Dejó todo tras una crisis de fe, se fue de su casa a meditar y vivir como un mendigo y regresó con El resurgimiento de las ciencias religiosas, considerada la obra más importante de la espiritualidad islámica y la más leída después del Corán.
  • 1079

    Pedro Abelardo

    (1079 – 1142, Francia) Basó su obra en tratar de comprobar la existencias de Dios y en construir un sistema filosófico sólido y coherente. Utilizaba un hábil y complejo método de análisis, para defender la doctrina de la Inmaculada Concepción y encontrar pruebas rigurosas sobre la existencia de Dios, que le valieron el apodo de “Doctor Sutil”. Su vida llegó al cine con la película La vida de Duns Scoto de Fernando Muraca.
  • 1090

    San Bernardo de Claraval

    (1091 – 1153, Francia) Su importancia tanto para la Iglesia Católica como para la arquitectura fue notable. Dentro de la religión fue uno de los grandes difusores de sus dogmas, mientras que en la arquitectura se lo conoce por ser el impulsor del estilo gótico. Además, fue uno de los primeros filósofos en dar cuenta de los principios básicos de la mística, a la que consideraba como “cuerpo espiritual de la Iglesia católica”.
  • 1096

    Hugo de San Victor

    (1096 -1141, Alemania) “Adopté la ciencia y la filosofía como la manera de acercarse a Dios”, dijo. Dueño de un vasto legado de escritos, se destacan sus obras sobre el conocimiento. Para él existían diferentes tipo de conocimiento: teórico (como la teología, las matemáticas, la física o la música), práctico (la ética), mecánico y discursivo (retórica y dialéctica).
  • 1100

    Pedro Lombardo

    (1100-1160, Italia) El Libro de la Sentencias, de Lobardo, es considerado la obra literaria más importante del cristianismo después de la Biblia. El autor compiló en este libro, de cuatro tomos, fragmentos bíblicos, mezclados con leyendas de personajes de la Iglesia y pensadores medievales, sin dejar fuera a ninguna de las celebridades de la Edad Media.
  • 1120

    Juan de Salisbury

    (1120 – 1180, Inglaterra) Una de las personalidades más influyente del siglo XII y uno de los principales representantes del humanismo medieval, se destacó por su visión organicista de la sociedad. Comparaba las funciones sociales con las del cuerpo humano, en la que los pies eran los obreros, el ejercito estaba encarnado en las manos, el vientre era la administración, el corazón se relacionaba con el congreso y la cabeza era el príncipe.
  • 1126

    Averroes

    (1126 – 1198, España) Principalmente Averroes fue un estudioso de las leyes islamitas, además de comentar la obra de Aristóteles y desarrollar algunos conceptos sobre medicina. Centró su estudio filosófico principalmente en determinar cómo piensa el ser humano, más puntualmente en establecer cómo se llega a la formulación de verdades universales, siguiendo los conceptos de Aristóteles.
  • 1135

    Maimónides

    (1135 – 1204, España) Fingió su conversión al islam pero siempre profesó el judaismo. Su principal obra, Mishneh Torah, le valió el mote de Segundo Moisés, por su aporte a la evolución del judaísmo. Lo que también le costó numerosas críticas, incluso fue catalogado como hereje por algunos fanáticos tradicionales. Se considera que su principal aporte filosófico fue intentar asentar la teología judaica sobre los principios de la razón aristotélica.
  • 1135

    Joaquín de Fiore

    (1135 – 1202, Italia)
    Iniciador del movimiento heterodoxo, que proponía un reinterpretación de la historia y el evangelio, fue su interpretación de la Iglesia como un proceso progresivo de perfección lo que lo destacó en su época.
  • 1155

    Thierry de Chartres

    (sin datos de su nacimiento – 1155, Francia) Seguidor de Platón y Aristóteles, se basó en sus pensamientos para defender la existencia de Dios. Se destacó por sus escritos sobre el inicio del mundo y los cuatros elementos (aire, agua, fuego y tierra).
  • 1175

    Roberto de Grosseteste

    (1175 – 1253, Prolífico y dueño de una capacidad de análisis que sorprendía a sus pares, se destacó por sus aportes sobre la historia natural, el calor, el movimiento, el sonido, los colores, la luz, la presión atmosférica, el arco iris, el astrolabio, los cometas, la nigromancia, la brujería y la agricultura Fue uno de los primeros en exponer una teoría sobre el multiuniverso y el Big Bang (no en la expresión actual), que se mantiene vigente hasta hoy.
  • 1206

    San Alberto Magno

    (1206 – 1280, Alemania) San Alberto Magno es el patrono de los estudiantes de Ciencias Naturales y es uno de los iniciadores del sistema escolástico. Destacado por su gran memoria, en ese viraje místico escuchó que perdería toda su sabiduría antes de morir. Un fallo en su memoria en una de sus clases, le dio indicios de que el final estaba cerca, por eso se retiró, mandó a construir su lápida y poco después falleció.
  • 1220

    Roger Bacon

    (1220 – 1292, Inglaterra) El “Doctor Admirable”, es considerado el padre del empirismo, un teoría filosófica con foco en la experiencia, la percepción sensorial y el conocimiento. Comenzó como difusor de la obra de Aristóteles pero luego fue uno de sus mayores críticos, desarrolló teorías en diferentes campos y sembró la Edad Media de nuevos conocimientos sobre el mundo.
  • 1221

    San Buenaventura de Fidanza

    (1221 – 1274, Italia) Nacido bajo el nombre de Juan, se hizo conocido como el “Doctor Seráfico” por sus textos sobre la fe y el amor a Jesús, en los que mantenía un encendido tono discursivo. Erudito y dueño de una inteligencia destacada, se le criticaba su exceso de juicio que le impedían ser más profundo en sus análisis. Con una visión ontológica y mística, siguió las obras de San Tomé y Lombardo.
  • 1225

    Tomás de Aquino

    (1225 – 1274, Italia) Teólogo, metafísico y principal representante de la educación escolástica, fue quien recuperó los escritos aristotélicos y el primero que vio compatibles los comentarios del filósofo griego con la fe católica. Prolífico e influyente, Tuvo una experiencia mística un año antes de morir que puso fin a su carrera como una figura pública. Algunas revelaciones divinas que lo trastornaron, según el registro de sus más íntimos confidentes, le impidieron seguir escribiendo.
  • 1235

    Ramon Llull

    (1235-1315, España) Principales pensadores laicos de la Edad Media y fue quien comenzó a utilizar el idioma catalán en la escritura. Además, se le atribuye a Llull ser un visionario de las teorías sobre la gravedad y la memoria. Pero sin dudas fue una aparición de Jesús lo que guió su obra. Dejó su familia y peregrinó hasta un monte, donde se recluyó en el estudio. “El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por olvido”, fue una de sus frases más celebres.
  • 1275

    Marsilio de Padua

    (1275 – 1342, Italia)
    Su importancia filosófica es central por su rol en la pelea entre el Papa y el Emperador, pero también por sus ideas políticas. Convencido de que el ordenamiento estatal debía asegurar la paz y la tranquilidad para los ciudadanos, fueron sus conceptos sobre el poder legislativo (que para él pertenecía al pueblo) lo que lo destacó.
  • 1280

    Guillermo de Ockham

    (1280 – 1349, Inglaterra) Dedicó su vida y su obra a la pobreza extrema, y fue acusado de herejía por estudiar la relación entre el papado y la doctrina de la pobreza, lo que le valió numerosos enemigos. Acusó a Juan Pablo XXII de hereje, fue uno de los metafísicos más importantes de su época, y se destacó por su teoría metodológica en la que establecía: “Siempre debe optarse por una explicación en términos del menor número posible de causas, factores o variables”.
  • 1300

    Jean Buridan

    (1300 – 1358, Francia) Es famosos por ser quien desarrollo la paradoja: Dios existe
    Ni la proposición anterior ni esta son ciertas.
    La conclusión final es que, necesariamente, Dios existe pero… Es celebre por sus aporte al silogismo, la determinación natural y el dinero, y es el autor de la teoría del “asno de Buridan” (nombre que él nunca utilizó), que detalla la muerte de una animal entre dos montones de comida ante la falta de racionalidad.
  • 1323

    Nicolás Oresme

    (1323-1382, Francia)
    Considerado un genio del siglo XIV, es además uno de los principales impulsores de la renovación medieval, con un pensamiento avanzado, moderno y extenso. “Lo verdadero puede a veces no ser verosímil”, dijo.